viernes, 27 de mayo de 2011

¡Una parte de todo lo que ganes te tiene que pertenecer!

El  titulo del post es un consejo que le da un viejo hombre rico al joven Arkad en el libro El Hombre Mas Rico de Babilonia. 

He leído algunos libros de este tipo donde a través de cuentos e historias antiguas se intenta dar consejos de finanzas y prosperidad, a mi personalmente me agradan y me recuerdan las claves básicas para encaminarnos hacia el éxito.

El referencia al primer consejo que es el del titulo se refiere claramente a la parte del ahorro y le recomienda específicamente que de cada diez monedas ganadas guarde una como mínimo osea que como mínimo debemos ahorrar el 10% de nuestros ingresos, tal vez se pueda ahorrar mas será mejor, pero teniendo en cuenta de no  caer en la austeridad desmedida y la avaricia que desde luego no nos permitiría vivir una vida plena.

Luego de un año el hombre viejo se encuentra de nuevo con Akdar y le pregunta si había realizado el consejo que le dio, le dijo que si, pero que ahora su dinero se lo había dado a un fabricante de ladrillos para comprar diamantes a los fenicios revenderlos y repartirse las ganancias, a lo que el anciano le dijo que ya había perdido su dinero juntado con el trabajo de un año, porque ¿como era posible que un fabricante de ladrillos sepa de joyas?, pues tenia razón al regresar con los diamantes se dieron con la sorpresa que eran tan solo vidrios.

Después de este primer error Akdar comenzó de cero a juntar su dinero, luego de un año apareció el anciano y le pregunto como le había ido, Akdar  le dijo que bien que había vuelto a juntar, le había sido mas fácil porque ya tenia el habito y se lo había dado a un fabricante de escudos para comprar bronce, el cual le pagaba intereses cada cuatro meses, el anciano lo felicito y le pregunto que hacia con los intereses, le dijo que se los gastaba en banquetes y festines y hermosos atuendos, el anciano le dijo que ¿como había sido posible que se comiera el beneficio de sus ahorros?, que aun era muy pronto, y que debía lograr que el beneficio de sus ahorros le produzcan mas beneficios, en el mundo de las finanzas esto es conocido como el interés compuesto.

Después de un tiempo y de haberse ceñido a los consejos del anciano Akdar se había vuelto un hombre prospero, camino a formar una gran riqueza, el anciano lo encontró después de un tiempo y le dijo: "Arkad, has aprendido bien la lección. Primero aprendiste a vivir con menos de lo que ganabas, después, aprendiste a pedir consejo a hombres que fueran competentes gracias a la Experiencia adquirida y que quisieran compartir ésta, y finalmente has prendido a hacer que tu dinero trabaje para ti.” 

Tres lecciones  simples pero trascendentes; cuando Akdar contaba su historia a unos amigos, uno exclamo "Suerte", A lo que Akdar contesto "la oportunidad es una diosa arrogante que no pierde el tiempo con quienes no están preparados"


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